Es imposible no comunicar; incluso aún el silencio expresa algo. Los alumnos y alumnas hemos realizado nuestra propia bandera de la comunicación.
Hemos representado las palabras que expresan ideas, pero también las emociones que se transmiten mediante nuestro lenguaje corporal. Y ¡qué importante son para las relaciones humanas la empatía y la escucha activa! A menudo oímos y, sin embargo, no escuchamos. Miramos a quien nos habla, pero no le sonreímos y la postura de nuestro cuerpo no expresa ningún interés ni hacia el emisor ni por contenido del mensaje. Se puede comunicar absolutamente todo, pero de la forma adecuada. Esto implica ser asertivos y tener en cuenta los sentimientos de los demás, escoger aquellas palabras más amables para expresarnos y hacerlo siempre con respeto. Debemos acostumbrarnos a identificar qué mensaje hay en la emoción, ya que siempre informa de algo.
