Lorena, trabajadora de KFC desde 2017 hizo entrega del distintivo.
Cuando KFC llegó a Zaragoza no nos imaginábamos que unos meses después Ramón, dueño de la franquicia nos llamara porque quería contar con una persona con discapacidad intelectual en su plantilla.
El proceso de colaboración con KFC contó con el cariño y compromiso de todas la partes.
Los candidatos para KFC se formaron con un curso de restaurante Bar y Lorena realizó prácticas durante un mes en KFC.
Las prácticas no laborales sirvieron para valorar a Lorena como futura trabajadora y KFC no tuvo ninguna duda en ofrecerle un contrato indefinido.
Estoy feliz y contenta por tener la oportunidad de trabajar y estar fija en KFC. Gracias a mi trabajo he conocido a gente maravillosa.
Lorena Gracia, trabajadora en KFC.
